aceptar y tolerar, papá


el asunto del papa parece haber sacado a relucir los extremos, en ambas direcciones. no soy religioso, nunca lo fui. no sé si soy ateo o agnóstico, nunca me interesó demasiado saberlo. 
desde un punto de vista racional, puedo —y es fácil hacerlo— cuestionar la idea de religión, o de dios, cualquiera sea este. pero hay otro costado, también. es el costado de que cada uno haga lo que le venga en gana.
la religión tiene un punto indiscutible, completamente respetable sin más, y es que a mucha gente le sirve, le hace bien, le aliviana el peso, ese que todos buscamos, cada uno a su manera, alivianar, sea el de la vida, la muerte, o cualquier otra cosa. me parece buenísimo. a veces, incluso, creería poder creer.
creo que la misma tolerancia que les pedimos a los religiosos que consideramos intolerantes o fundamentalistas es la que tendríamos que empezar mostrando. desde ya que algunas religiones, o algunas personas, en algunas circunstancias, o una combinación de todo esto, es a veces intolerante, invasivo, etc. pero todos los somos, de algún modo. es imposible, sobre todo en la vida en sociedad, no meterse, aunque sea sin intención, en alguna parte del otro. hay ejemplos más claros, más extremos, pero se entiende que esos no requieren discusión.
sin embargo, me parece que la idea de poner a todos los creyentes, o fieles de una religión —tanto, como, para el caso, cualquier otro grupo— es absurda. no todos los X son Y, ni siquiera tienen que ir necesatiamente en esa dirección.
admito que durante mucho tiempo suscribí, o tuve el impulso de suscribir, a esa tnednecia. un día, sin embargo, me di cuenta de que era absurdo, y de que ser un buen cristinao, por ejemplo, sería una gran cosa. entendido, claro, como yo lo entiendo. y como, seguro, muchos otros también, y muchos otros indudablemente no. hay tantas lecturas de la biblia como personas, y de hecho, son incontables las ramificaciones del cristinanismo.
johnny cash era profundamente religioso. en sus recitales, incluso, había gran contenido religioso, tnato en las canciones que mencionaban a dios, como en los gospels que interpretaba, como en sus palabras. y no por eso sentí nunca que cash fuera nada de eso que habitualmente se le endilga a los que profesan esa fe.
la mayoría de nosotros, por poner un ejemplo sencillo, probablemente no estaría en desacuerdo con los 10 mandamientos. es sólo un simple y sencillo ejemplo, insisto.
mi problema no es con quien profesa una fe, ni con esa fe misma, en principio, sino en todo caso, con ciertas personas. que esas personas escuden sus acciones o pensamientos en la fe me dice e importa poco, no tiene necesariamente que ver con la fe. eventualmente, en algunos puntos, en algunas cosas, en algunos momentos o circunstancias, puede que sí, pero son personas, siempre son personas.
para que se entiende la idea: si hacés «el bien», bienvenido sea, de la mano de la fe o no; si hacés «el mal», condena, sea de la mano de la fe, o no. si no, caemos en «los X son todos Y». a mí me importa qué hace y piensa la gente, no qué religión sigue, o qué religión usa para justificar las acciones que yo considero malas, o incorrectas. las creencias, las ideas, las convicciones, son tal vez lo único que tiene, relamente, una persona. intentemos respetarlas, y hacernos respetar, siempre dentro del respeto, y recordemos también que todos somos algún X, y un poco Y.
es mi idea e intención, si es que se entiende. y si no también.