con queso?


a los que quieren escribir se les enseña que deben empezar los escritos con algo interesante, atrapante, que haga que el lector pique, y quiera seguir leyendo. esta línea es un pésimo ejemplo, ponele, pero una muy buena sería: todo empezó con un tema de cristian de lugano.

ella me pide un paty.
ella me pide un paty. con queso.

hay algo ahí, se dan cuenta? el pibe lo demora, lo agrega, lo subraya. ella, durante el tema, se muestra como pidiendo un paty al salir del baile. pero sobre el final, te aclara, o agrega, que es con queso. si le comprás un paty te entrega. pero después resulta que tiene que ser con queso. mayonesa y queso.

y yo me puse a pensar qué tiene de especial el queso, o qué tiene de especial la combinación paty-queso. y concluí dos cosas. 
la primera, que nada.
la segunda, que si aparece la guita, algún super científico va a dedicarse a analizar por qué el paty y el queso tienen un maridaje perfecto.
me quedo con la primera, que me interesa más.

me interesa porque yo tengo la teoría de que muchas cosas son porque son, y no significan nada, realmente, pero están ahí, así, y ahí y así han de quedar, porque el paso del tiempo las afiató,  y evitó que la gente ande ya cuestionando.
a un paty le podés agregar lo que vos quieras, y yo no creo que sean muchos los realmente fanáticos del queso, ni que consideren que la unión realza ambos sabores, bla bla bla, ni que nada. yo creo que un día había un tano que iba a la cancha a vender patys, y un día resulta que un amigo que tenía, almacenero, el que le vendía la mayonesa al por mayor, en su almacén que algunas señoras llamaban despensa, ese amigo le contó que había hecho un mal negocio, y que había comprado bocha de queso de más, y se le iba a pudrir y se quería cortar las bolas, y el tano, que además de buen tipo tenía buen olfato para el negocio y la cara más sólida que lo habitual, le dijo que él se lo compraba, al costo, que a él podía servirle, y ambos fueron felices, y ese domingo el tano se fue a la cancha, y vendió los patys de siempre, pero agregó a la pizarra hecha con marcador y faltas de ortografía, que uno podía, por unos pocos pesos más, comerlo con queso, que era como una versión antigua del agrandar el combo; y como más es mejor, y los muchachos estaban hambrientos, varios empezaron a entrarle a la con queso, y el tano vendió todo el queso, y al otro día fue a la despensa y compró más, y así, y después la cosa se extendió, y el nombre del tano no trascendió por mucho tiempo, y después hubo historias, pero incluso las más verídicas sonaban a fábula, a mito urbano, y al final el asunto se diluyó, pero lo que quedó fue que los otros que vendían patys en la cancha se empezaron a copiar, y a vender el paty con queso, y como más es siempre mejor, y el macho argentino siempre es más, para arriba, todo en exceso, y demás, parece que se agranda el pito si lo pedís con queso, y así se fue gestando la cosa.

y de ahí —o tal vez de otro lado, no sé— que la gente prefiera el paty con queso sin que tenga un verdadero motivo, sin que el queso le aporte tanto, realmente, al paty.
porque la vida está llena de cosas que aceptamos sin cuestionarnos.