+ tal vez lo más jodido de que se muera tu abuela sea caer en la cuenta de que definitivamente perdiste una categoría, para siempre. nunca más podrás ser nieto. una parte de vos, la que se negaba a terminar de crecer, se va a los caños. una parte de vos también murió. seguramente sea mejor así.
+ si un día tengo el dinero suficiente para no tener que trabajar, voy a estudiar medicina, es un hecho.
+ me molesta, mucho, la gente que, al preguntarle cómo están, cómo andan, repsonden con un siempre excesivo e innecesario Muy bien, Excelente, De diez, o cosas por el estilo. oíme, idiota, todos tenemos problemas; y si no los tenemos, mantenemos nuestra vida perfecta y excelente en el segundo cajón del mueble de la humildad y la modestia. es tan claro que mienten que da bronca.
+ parte importante de que no pueda sentirme escritor, aunque hace quince años que escribo, es que no uso ni sé usar una máquina de escribir.
+ no siento odio por nadie. es una de las mejores cosas que me pudieron haber pasado, y una de las pocas de las que puedo estar orgulloso.
+ hay mucho involucrado en la forma en que uno grita «clear» antes de mandarle miles de voltios a un paciente en paro. si se grita muy despacio, y no se nos ecucha, corremos el riesgo de lartimar a alguien. pero si gritás muy fuete, muy excitado, es como si creyeras que vas a salvar al mundo, o que vos tenés la clave, el pode,r y no cualquier pelotudo que sepa usar el equipo. además, un médico debe estar clamo; atento, pero calmo. si estás excitado, no da. si gritás sin convicción, no vas a salvarlo. pero si gritás con mucha convicción, tal vez estés más preocupado por el grito que por el paciente en sí. tampoco deberías estar diciendole a nadie nada nuevo, el «clear» debería ser más bien una formalidad. yo aconsejo utlizar una voz seria y firme, más no tensa ni exagerada, y un aire de cierto desprecio, de cierta in-importancia, como quien tiene que avisar antes de hacer lo que igual va a hacer. «clear...», y ahí nomás, pum, 3000 voltios.