+ no creo en dios. soy muy racional para creer en dios. pero al mismo tiempo, si creyera en dios, sería por racional, por cientificista. me di cuenta de la cosa afeitandome, como suele pasar. porque el labio se separa de la cara en forma, color, tipo de piel, etc, y se mantiene ahí, sin nada que lo mantenga, por siempre. nada evita que un día te quedes sin labio y tengas sólo cara, o te quedes sin cara, porque el labio se vuelva loco y se empiece a expandir. nada, excepto la genética, que es la que te lo puso ahí en primera medida, y le dio ese color, y lo hizo salir un poquito para afuera, y le dijo que no podía tener pelo, y en fin, creo que ya me van entendiendo. hasta ahí todo bien, ciencia pura. ahora nos empezamos a ir para atrás. llegamos a las bacterias, microorganismos, no sé, esas cosas de las que, después de varias transformaciones o mutaciones, a lo largo de una cantidad de años que no me entra en la cabeza más que como un número, como una abstracción que no tiene visos de realidad alguna, llegamos a los microorganismos, decía, o algo anterior, pero en un momento tenemos que parar. ¿y ahí qué hacemos? es similar, en el fondo lo mismo, con el universo. yo, departamento, edificio, barrio, ciudad, provincia, país, continente, zoom out, se entiende, todo está contenido en algo, todo tiene un nivel mayor. después de galaxia no sé qué viene. como sea, en un momento se termina. y el universo es infinito (otro de esos conceptos que yo creo que realmente nadie comprende). y además está en constante expansión. fenómeno. ponele que yo me fumo lo mismo que esos tipos, y les creo todo eso, hasta ahí les creo todo, entiendo perfectamente el infinito, el expandirse, lo que cuernos fuere. ahora, ¿el universo está dentro de qué? ¿y vino de dónde? está bien, del big bang (otra cosa que no creo que nadie entienda, más allá de poder repetir una explicación), listo, otra que, ponele, te creo, te entiendo. ¿y el big bang de dónde viene, de qué, está dentro de qué? y bueno, seguro que alguien puede esgrimir una respuesta, pero el proceso va a seguir, y para mi mente cientificista y racional, todo tiene que venir de algo, y cuando no se pueda seguir más, no voy a entender, y me vuelvo loco, y ahí es donde tendría sentido creer en un dios, porque si no no se puede entender...
+ ¿vos pensás que la gente que vos admirás hizo lo que hizo sentado frente a la tevé, o haciendo lo que vos hacés..? no sé, digo...
+ ya dije una vez que no entiendo, honestamente no entiendo, a la gente que decide estudiar —o cualquier otra actividad, para el caso, pero digamos estudiar, para graficar— y va a un lugar que, sabe, no es el mejor. no lo entiendo. me gustaría que me lo expliquen, si tienen ganas, qué sé yo.
+ los umbrales. están como en el medio. son de la casa, pero son de la calle. son del dueño, pero también de los transeúntes, de los que pasan, de los expósitos. yo lo sé porque pasé muchas horas en umbrales. cuando llega el habitante, y te parás para dejarle pasar, se evidencia esa dualidad. pero yo más que nada quería agradecerle a los umbrales. en un día normal, la mayoría de nosotros —seres normales si los hay— pasamos por cientos de umbrales, sin prestarles atención. vamos de casa al trabajo, al gym, a la facu, a lo de la novia, al almacén, al subte, a casa, y no le prestamos atención a los umbrales. sin embargo, si un día estuviste en la calle, sin mucho que hacer y/o ningún lugar dónde ir, sabés que útil, gauchito, puede ser un umbral (y sabés lo jodido que puede ser encontrar un umbral que esté bueno). todos los que, sin ser vagabundos, vagamos muchas veces, mucho tiempo, o algo por ahí, les agradecemos infinitamente, queridos umbrales, tierra de nadie y de todos...