una vez vi una de esas imágenes que se pueden ver de dos maneras, o que tienen alguna clase de truco o ilusión, y el epígrafe decía que tal vez no lo vieras, pero una vez que lo veías, no podías dejar de verlo.
si no sabés, no pasa nada, pero una vez que sabés, ya no podés dejar de saber. pero todos queremos saber, es una limitación humana, necesitar saber y entender.
hoy me enteré que murió un amigo. mi amigo murió ayer, ni sé cómo. y me doy cuenta que, después de todo, no importa cómo, ni dónde, ni por qué. sin embargo, quiero saber; lo primero que atino a hacer es preguntar.
hacía varios años que no lo veía, tal vez diez, tal vez más. la última vez que recuerdo haberlo visto nos cruzamos de casualidad en un recital de moz, y creo que eso fue en el 2004. antes de eso, no nos habíamos visto por varios años. no importa, éramos amigos igual. él era mi amigo, al menos. y no nos veíamos, y no importaba, quedaba lo que habíamos pasado, y quedaba una amistad ahí, esperando. yo siempre lo viví así.
pino se murió ayer, o se podría haber muerto hace dos años, o dentro de dos años. yo no lo veía, no tenía contacto con él ni con nadie que lo tuviera, y a los efectos, da lo mismo cuándo nos deje. pero era cuando yo no sabía. ahora sé, y no puedo dejar de saber.
voy a intentar hacer de cuenta que no sé nada, y que él está tan bien o tan mal como estaba cuando no nos veíamos, y desearé que esté bien, y pensaré, como pensé hace una o dos semanas, que ojalá nos pongamos en contacto uno de estos días y nos tomemos unas birras, nos pongamos unas músicas, nos riamos un rato, no sé. esta vez, sin embargo, cuando piense eso, sin darme cuenta, inocentemente, como hice hace una o dos semanas, me voy a acordar que pino se murió, y va a ser un momento triste, como este.