para mí es porque existe una suerte de «síndrome turista». vos cuando estás de vacaciones te ponés ropa que de otro modo no te pondrías, sos particularmente simpático como no siempre sos, vas a lugares —¿un museo, biblioteca, una estatua, un puente?— a los que habitualmente no vas, tal vez incluso comés comida que en general no comés, etc.
es claro que esto sucede porque son vacaciones, pero es también porque sos turista, estás donde nadie te conoce, y eso te desinhibe, te da alas. es casi una obligación hacer algo «loco», también para poder después, a la vuelta, o con el tiempo, recordar ese viaje, ese lugar.
parte esencial del asunto es hacer algo memorable. si te vas a kualala... francia, y hacés lo mismo que acá, por más que sea otro lado, va a ser difícil de recordar, no va a tener mucho gusto. en cambio si vas y perdés la verguenza, o bailás, o corrés en la mañana, o te ponés snadalias naranjas, o... bueno, entonces lo vas a recordar mejor, y será también una experiencia más valiosa, al menos en la memoria...
una gran cosa el sóndrome turista